Es un suspiro, uno de esos que promete tantos sentimientos. Un deseo, un porqué, una ilusión encontrada de repente. Es la manera de volver a empezar, una y otra vez.
miércoles, 29 de diciembre de 2010
domingo, 5 de diciembre de 2010
Really?
¿Y, en qué punto exacto de una determinada cantidad de sentimientos podemos decir que es demasiado, eh, cuándo?
lunes, 29 de noviembre de 2010
¿Cómo definirlo?
Me gustaría... Me gustaría... Me gustarías tú. Así, sin cambiarte ni un poquito. Con esos ojitos que me dicen siempre lo que quiero escuchar. Con ésas manos tuyas, suaves y escurridizas. Con ésa sonrisa que me hizo pararme a mirar. Contigo.
Y, cariño, si tengo eso, no espero nada más. Ahora ven y sé tú mismo, que entonces, olvido las formas.
Entre tu espalda y la mía, nos sobra espacio para jugar al amor.
sábado, 27 de noviembre de 2010
No... no lo entenderías.
Tal vez cuando sepas realmente quien eres, o quien soy.
Tal vez cuando recuperes ésa manía tuya de decir te quiero.
Tal vez cuando a mí no me tiemblen las piernas al intentarlo.
Sólo tal vez.
Tal vez cuando recuperes ésa manía tuya de decir te quiero.
Tal vez cuando a mí no me tiemblen las piernas al intentarlo.
Sólo tal vez.
lunes, 22 de noviembre de 2010
Yo me fui no sé hacia dónde, y allí te fui a encontrar.
Saben lo que quieren, estar ahí. Saben porqué, saben hacia dónde dirigirse. Y no hacen falta preguntas, ni dudas, todo se lo dijeron entre besos. Una noche, o un amanecer, y qué más dá si es entrelazados.
Me pararé miles de veces en el camino, sólo para acariciar un poco más tu cuello. Que me sobra el tiempo si vamos de la mano, que ahora el invierno es sólo una excusa para acercarme más a ti, aunque ya no nos hacen falta. Tus besos se colaron por la ventana de mi habitación, vinieron para quitarme el frío. Y mis sábanas entumecidas por tus caricias, se quedaron con tu olor.
Todo es poco para tus labios, todo se desliza lentamente entre tus brazos, y no me canso de ti, ni todo el tiempo del mundo es suficiente. No me queda más para decir entre líneas, nada que no diga cada vez que me sonríes. Y, ¿sabes qué? Podría decírtelo de mil formas, pero... entonces lo entenderías. ¡Qué miedo tan escurridizo!
-¿Y ésa, eh? Yo creo que es un dragón. ¿Ves? Las alas, la cola y ¡echa fuego por la boca!
-Un dragón.. ¿pero qué dices? ¡si es un caballo! Dame un abracito anda...
Me pararé miles de veces en el camino, sólo para acariciar un poco más tu cuello. Que me sobra el tiempo si vamos de la mano, que ahora el invierno es sólo una excusa para acercarme más a ti, aunque ya no nos hacen falta. Tus besos se colaron por la ventana de mi habitación, vinieron para quitarme el frío. Y mis sábanas entumecidas por tus caricias, se quedaron con tu olor.
Todo es poco para tus labios, todo se desliza lentamente entre tus brazos, y no me canso de ti, ni todo el tiempo del mundo es suficiente. No me queda más para decir entre líneas, nada que no diga cada vez que me sonríes. Y, ¿sabes qué? Podría decírtelo de mil formas, pero... entonces lo entenderías. ¡Qué miedo tan escurridizo!
-¿Y ésa, eh? Yo creo que es un dragón. ¿Ves? Las alas, la cola y ¡echa fuego por la boca!
-Un dragón.. ¿pero qué dices? ¡si es un caballo! Dame un abracito anda...
martes, 19 de octubre de 2010
Aprender la manera de llegar dónde estas tú.
Sus dedos acariciaban mis manos, estremeciéndome. Y mis ojos besaban los suyos, sin querer. Los latidos de su corazón se escurrían por los pliegues de mi piel. ¿No lo oyes? Mis labios ansían tus porqués. Regalame ésa sonrisa inocente, límpida; baúl de emociones. El frío no pesa entre tus sueños, y el ayer, se queda dónde está, que no moleste, que tenemos cosas que hacer.
¿Cómo me quito estas ganas de abrazarte?
¿Cómo me quito estas ganas de abrazarte?
jueves, 14 de octubre de 2010
Qué fácil que es dejarse llevar.
Hace frío. Y nubes, muchas nubes. Dame la mano, y aprieta fuerte. Déjame sentirte, déjame ser tuya y hacerte mío. Perderme en el secreto que esconden tus ojos, rozar la lujuria que guardan tus labios. Bésame.
Las estrellas nos lo prometieron, tal vez sólo a mí, pero tus brazos tienen la forma de mi cuerpo, y mis manos encajan con las tuyas. Suspiro.
Dulce miedo, que atenaza mis mejillas pero no detiene mis ganas. ¿Y qué importará lo demás cuando te acercas, y qué podría romper el encanto?
Dame uno desos, con sabor a eternidad.
jueves, 7 de octubre de 2010
Una tarde de esas...
Una tarde de esas, en las que te apetece taparte, taparte mucho. Te apetece una taza de chocolate, aunque ni si quiera te guste el chocolate. Un abrazo, y manos entrelazadas. Un beso y palabras bonitas. Y risas, y miradas, complicidad. Te quieros susurrados, y más besos. Y sólo tú, tú y tus labios, tú y tus sonrisas, y las que me sacas a mí. Tú y yo.
Qué bonito sería el invierno entre tus brazos...
miércoles, 6 de octubre de 2010
Un besito de esos, que saben a tarde de lluvia.
Mientras el alcohol nos hace efecto, y el humo de un cigarro se pierde entre las nubes. Mientras la gente hace demasiado ruido y tus ojos reclaman mi atención. Qué sensación tan extraña el sentir que me sobran las ganas, que me falta el tiempo y la intención, que te necesito.
-Me apetece tanto besarte...
-¿Y por qué no lo haces?
-¿Y si desapareces?
Y mis labios se juntaron con los suyos. Y eso, que yo no quería...
martes, 5 de octubre de 2010
Dame un segundito de tu tiempo.
Por la ventana de mi habitación, entraba ésa ráfaga de aire que rozaba tus labios en aquel efímero despertar. Tus manos buscaban mi abrazo para resguardarse del frío y encontrar una forma de juntar nuestros cuerpos. Escalofríos de deseo recorrían mi espalda, mis dedos se movían solos, locos por tocarte...Sólo tus besos sonaban de ésa forma, sólo tu pelo olía así, sólo tú sacabas mis suspiros. ¿Qué tendrás escondido en los ojos, que te brillan de ésa forma? Tú, con tus sueños y tus problemas, te cuelas entre mis sábanas y desapareces bajo mi almohada. Despiertas mis sentidos y aceleras mi pulso. Me miras, y olvido quien soy, olvido porqué estoy aquí, y me hundo en tus pupilas, desapareciendo sin querer. Hazme perder los estribos, déjame acunarme en tu hombro, que nos queda mucho por vivir, y el camino aún tiene que comenzar...
lunes, 27 de septiembre de 2010
Pero, ¿cómo?
Mi vida.. ¿qué pasó?
¿Cuál de los dos pisó la piedra? Era todo tan simple, era tan... irreal.
Que no, que no puedo quererte sólo el segundo sábado de cada mes. Que tú para mí fuiste más de lo que conocí hasta ahora, que tus manos llegaron a rozar mi alma. Y no puedo decir que no, y no puedo aceptar condiciones. Ahora sólo toca decir adiós, adiós a lo que había soñado para los dos, todos los puentes que fuimos a cruzar se hundieron lentamente entre mares de dudas. Mi miedo volvió a rodearme, haciendo de mí un amasijo de ideas entrelazadas con lágrimas.
Era tan fácil contigo ver las estrellas a pleno sol. Era tan fácil esconderme en tu cuello y regalarte besos salados. Era tan fácil caminar de tu mano...¿Sabes, no, te puedes imaginar lo que es darlo todo y que no sea suficiente?
Me voy a perder, dónde nadie nunca se perdió. Y voy a llorar, todo lo que no lloré a tu lado. Y voy a gritar y retar al ayer. Y desaparecer.
Cuando nada, cuando nadie, sabe verdaderamente lo que pasa por mis sueños, justo cuando te vas a dormir. Apareces tú. Pero ahora, eres diferente. Ahora no haces que sonría. Ahora no me das eso que me dabas antes. La melancolía y el olvido no caben en mí. Y desborda mi interior, y nada, nada puede hacer que cambie. Ni siquiera tú.
jueves, 23 de septiembre de 2010
Un hasta luego no maquilla a un adiós, sólo lo contradice.
"El Eufemismo es una Figura Retórica que consiste en sustituir un término o frase que tienen connotaciones desagradables o para disimular la vulgaridad o crudeza, mediante el uso de otras palabras menos ofensivas."
Cambiar un no te quiero por palabras estúpidas y vacías de significado. Y lo cierto es que la originalidad no tiene cabida en una despedida. Pero ahora dime adiós, con letras mayúsculas, un no te quiero, y un no te quise, y un ahora lo sé, y yo me ocuparé de hacer lo que hacía hasta ahora, sea lo que sea lo que hacía.
domingo, 19 de septiembre de 2010
1,2, y 3!
Tiren todos sus espejos, bajen las persianas. Cierren los ojos y las manos, olvídense de lo que han conocido hasta ahora, pierdan la memoria y borren a todo su alrededor. Abran todas las puertas y pongan música muy alta. Quemen los libros que ya han leído y compren muchos más que se mueren por leer. Desabrochense los cinturones de seguridad y saquen las manos por la ventanilla. Griten lo primero que se les ocurra por el balcón, muy fuerte. Tiren las macetas de sus vecinas y corran a ninguna parte.
Y ahora, están preparados; ya pueden ser ustedes mismos.
Pide otro que yo me quedo aquí.
¿Quién será el que decide por nosotros? Yo.. me pierdo entre estúpidas canciones de amor. Yo sueño cuando todos los demás duermen, yo reparto abrazos cuando soy yo la que los necesita, yo... no sé quien soy, y lo peor, es que tampoco sé quien quiero ser. Y tú, ¿quien quieres ser?
Me gustaría tener ojos bonitos, de esos de los que no se puede apartar la mirada al cruzarte con ellos, y unas manos de esas finas y pequeñas, que parecen de porcelana, que se tocan con cuidado por miedo a romper. Quiero... tener una sonrisa pegadiza, unos labios dulces como el chocolate una tarde de lluvia. Y quiero estar más loca de lo que ya estoy, quiero dar saltos por la calle, sabiendola mía. Como esas personas que no sabrías describir, que todo lo que dices de ellas es poco.
Yo, sería cualquier otra persona, pero seguiría cayendo en mí misma. Yo, te olvidaría una y otra vez, pero acabaría por recordarte todos los otoños. Perdería las llaves, me encendería un cigarro y buscaría un nuevo bache para tropezar. Sería todo lo que no fui, pero seguiría siendo lo que soy; sin remedio, sin peros. Cómo cambiarlo, cómo empezar de nuevo cuando estas amarrada al ayer. Efímera vida, ¿quien eres tú para contradecirme?
Aquella tarde de agosto nadie me lo contó, y la inventé, para nosotros, sólo nosotros. Ésa historia, que no habla de amor, ni de tristeza, ni de lujuria, sólo, sólo cuenta lo que somos, y a mí me gustaría ser a tu lado. Y todas las condiciones son pocas, pero yo sólo soy una.
Voy a pisar mil charcos, voy a mojarme hasta las rodillas, y sólo entonces, dejará de llover.
Me gustaría tener ojos bonitos, de esos de los que no se puede apartar la mirada al cruzarte con ellos, y unas manos de esas finas y pequeñas, que parecen de porcelana, que se tocan con cuidado por miedo a romper. Quiero... tener una sonrisa pegadiza, unos labios dulces como el chocolate una tarde de lluvia. Y quiero estar más loca de lo que ya estoy, quiero dar saltos por la calle, sabiendola mía. Como esas personas que no sabrías describir, que todo lo que dices de ellas es poco.
Yo, sería cualquier otra persona, pero seguiría cayendo en mí misma. Yo, te olvidaría una y otra vez, pero acabaría por recordarte todos los otoños. Perdería las llaves, me encendería un cigarro y buscaría un nuevo bache para tropezar. Sería todo lo que no fui, pero seguiría siendo lo que soy; sin remedio, sin peros. Cómo cambiarlo, cómo empezar de nuevo cuando estas amarrada al ayer. Efímera vida, ¿quien eres tú para contradecirme?
Aquella tarde de agosto nadie me lo contó, y la inventé, para nosotros, sólo nosotros. Ésa historia, que no habla de amor, ni de tristeza, ni de lujuria, sólo, sólo cuenta lo que somos, y a mí me gustaría ser a tu lado. Y todas las condiciones son pocas, pero yo sólo soy una.
Voy a pisar mil charcos, voy a mojarme hasta las rodillas, y sólo entonces, dejará de llover.
sábado, 18 de septiembre de 2010
Bendito silencio.
Todos los septiembres, todos, todos, me pregunto cuánto cambié. Me pregunto... cómo llegué hasta aquí. Cuántos besos me robaron, cuántas lágrimas se escaparon de mi almohada, cuántas locuras hice y cuántas me quedé con las ganas de hacer, cuántas cosas cambiaron. Y siempre son muchas, siempre son todas las que juré que serían así. Destino, tú te apropiaste de mis palabras y las rompiste en pedazos. ¿Y qué hice yo, o qué hicimos nosotros para acabar así?
Será que las promesas sólo están hechas para romperse. O tal vez, será que ésta es una de esas veces que hay que aprender algo, eso que después hará de ti alguien mejor. Pero yo, francamente, prefería seguir siendo una loca adolescente.
Cuántos septiembres nos quedan para lamentarnos...
martes, 14 de septiembre de 2010
Quién me lo fue a contar.
Y yo, sólo quería escuchar bonitas palabras de amor. Quería un abrazo a media tarde y miles de besos de despedida. Yo quería un amanecer junto a ti, y un soplo de aire fresco los días nublados. Que agarraras mi mano, y la apretaras fuerte, como sino quisieras soltarla nunca. Quería un lugar, una canción, un te quiero. Quería ser suficiente para ti, o mejor, quería ser más que suficiente para ti. Que cada instante, qué digo cada instante, cada segundo fuera especial. Y tú.. ¿qué querías tú?
Yo... yo que siempre he sido de ésas personas de corazón de piedra y mirada perdida, yo temblé con tus palabras, yo creí tus promesas. A la que todos miraban con cara extraña cuando dijo estar enamorada, ¿quién lo iba a decir?
Pero ahora, ahora... aún estamos a tiempo, ¿no crees?
Son pequeños detalles.
-Verás... es que hay veces que me siento pequeño y el mundo me parece enorme, y yo, yo quiero ser grande, ¿entiendes?.
-Entonces, será que no sentimos lo mismo.
-¿Pero, cómo dices eso?
-Pues, verás, es que yo me siento grande sólo con estar a tu lado.
lunes, 13 de septiembre de 2010
Un día como otro cualquiera.
Hoy, toda Sevilla me parece pequeña para perderme, para esconderme, para desaparecer. Todas las caras son conocidas, todos pasean su felicidad, todos derrochan amor entre escaparates. Hoy... hoy es uno de esos días que la casa se te cae encima, que necesitas salir y tomar aire fresco. Hoy es uno de esos días que el cielo queda realmente lejos.
He decidido ir a esos sitios que no sabes ni que existen, aunque hayas pasado miles de veces por delante. Voy con la cabeza bien alta, y la música a todo volumen; es como si estuviera en un mundo paralelo, y a la vez, la realidad sólo sabe darme bofetadas. Me detengo; miles de colores y de formas, un espacio enorme. Siempre me han fascinado éstas tiendas, está todo en silencio. Sólo el susurro de una discusión tan trivial cómo la de que tela poner para las cortinas. Paseo mi desilusión por circulos, rectángulos y rayas. Creo que es también por el olor, es un olor que sólo existe allí dentro, una mezcla entre tela nueva y antipolillas.Veo que una dependienta se acerca sigilosa a mí, deseando romper el encanto con un "¿Puedo ayudarte en algo?" y enseguida salgo corriendo de allí. Me siento inmortal, siento que nada puede hacerme daño, que he perdido la vergüenza, que no hay un verdadero sentido en mi persona. Clavo la mirada en cada uno de los transeúntes, ellos, desvocados en sus problemas, en sus relaciones, en sus vidas; apartan la mirada. Cobardes... o sólo ajenos a lo que mis ojos dicen. Un leve olor a incienso atrae mi atención. Un dálmata como guardián de la puerta de una tienda realmente extraña, ¿ha estado siempre ahí?. La dependienta es de ésas personas con apariencia tan natural como la vida misma, ropas de colores y demasiado holgadas. Velas, y piedras que prometen salud y amor. Libros, cuadros, que rezan a la madre naturaleza porque ya han perdido la fé en todo lo demás. Acaricio al perro y me voy.
Mi angustia ya pesa demasiado, me siento en un banco a esperar. Jóvenes patinadores cogidos de la mano, risas y tropiezos. Madres que riñen a sus hijos mientras hablan por el móvil. Ancianos que llevan toda una vida viendo a su lado el mismo rostro al despertar. Bicicletas que pasan veloces a mi alrededor. Cuánta gente, ¿cómo es que me siento tan sola?
Una mujer con la mirada perdida, y desolación escrito en el rostro. Y yo sin poder hacer nada para ayudarla.
Hay veces que me despierto con ganas de donar mi alma, y hay veces que mis lágrimas empapan la almohada al acostarme.
He decidido ir a esos sitios que no sabes ni que existen, aunque hayas pasado miles de veces por delante. Voy con la cabeza bien alta, y la música a todo volumen; es como si estuviera en un mundo paralelo, y a la vez, la realidad sólo sabe darme bofetadas. Me detengo; miles de colores y de formas, un espacio enorme. Siempre me han fascinado éstas tiendas, está todo en silencio. Sólo el susurro de una discusión tan trivial cómo la de que tela poner para las cortinas. Paseo mi desilusión por circulos, rectángulos y rayas. Creo que es también por el olor, es un olor que sólo existe allí dentro, una mezcla entre tela nueva y antipolillas.Veo que una dependienta se acerca sigilosa a mí, deseando romper el encanto con un "¿Puedo ayudarte en algo?" y enseguida salgo corriendo de allí. Me siento inmortal, siento que nada puede hacerme daño, que he perdido la vergüenza, que no hay un verdadero sentido en mi persona. Clavo la mirada en cada uno de los transeúntes, ellos, desvocados en sus problemas, en sus relaciones, en sus vidas; apartan la mirada. Cobardes... o sólo ajenos a lo que mis ojos dicen. Un leve olor a incienso atrae mi atención. Un dálmata como guardián de la puerta de una tienda realmente extraña, ¿ha estado siempre ahí?. La dependienta es de ésas personas con apariencia tan natural como la vida misma, ropas de colores y demasiado holgadas. Velas, y piedras que prometen salud y amor. Libros, cuadros, que rezan a la madre naturaleza porque ya han perdido la fé en todo lo demás. Acaricio al perro y me voy.
Mi angustia ya pesa demasiado, me siento en un banco a esperar. Jóvenes patinadores cogidos de la mano, risas y tropiezos. Madres que riñen a sus hijos mientras hablan por el móvil. Ancianos que llevan toda una vida viendo a su lado el mismo rostro al despertar. Bicicletas que pasan veloces a mi alrededor. Cuánta gente, ¿cómo es que me siento tan sola?
Una mujer con la mirada perdida, y desolación escrito en el rostro. Y yo sin poder hacer nada para ayudarla.
Hay veces que me despierto con ganas de donar mi alma, y hay veces que mis lágrimas empapan la almohada al acostarme.
domingo, 12 de septiembre de 2010
Margaritas creciendo en su habitación.
Pequeña, inocente. Ahí se escondía ella, tras las paredes de su cuarto. Su cortina revoloteaba al compás del viento, y sus manos, perdidas entre palabras. Y el miedo, presente en todos los poros de su piel, desvocando su corazón. Pero, dónde quedaría su ilusión, que hacía que todo perdiera el sentido, que fuera insignificante y ajeno a ella, a lo que tenía por dar. Y la pasión, óh, la pasión... ésa que la hacía enloquecer, presente en todo su ser; la responsable de lo que fue, de lo que es, de lo que será. La que la hace gritar que es feliz por las calles de Sevilla. Y, sus sueños, los que se amontonan en su escritorio, en su teclado, en su mirada. Los mismos que la hacen llorar desconsoladamente en el hombro de su almohada, los que la hacen cantar a voz en grito dando tumbos por su casa. ¡Ah! Y su curiosidad, la que amontona libros en las estanterías, la que se pasa horas discutiendo con páginas en blanco. Y el deseo, ése que se levanta con ganas de comerse el mundo y se acuesta con el estómago vacío, el que lucha todos los días con el destino.
Y su amor, único, extravagante, iluso, soñador, desconfiado, loco, adolescente y desquiciado. Que se escapa entre callejones en busca del chico de sonrisa fácil.
Y sus recuerdos, ellos son sus porqués. Y sus manos, son sus te quieros. Sus ojos, son sus palabras. Y sus abrazos, su entrega, su total e ingenua entrega.
Y su amor, único, extravagante, iluso, soñador, desconfiado, loco, adolescente y desquiciado. Que se escapa entre callejones en busca del chico de sonrisa fácil.
Y sus recuerdos, ellos son sus porqués. Y sus manos, son sus te quieros. Sus ojos, son sus palabras. Y sus abrazos, su entrega, su total e ingenua entrega.
viernes, 10 de septiembre de 2010
Ilusión desperdigada...
Y el sabor de unos labios, que a mis ojos es dulce. El tronar de un sentimiento haciendo cabida a la incertidumbre, enloqueciendo a los sentidos. ¿Dónde estará el porqué que la razón desconoce, dónde volaran los sueños ya soñados?. Y entre nosotros, ¿dónde estará la diferencia?. No hay lugar para la desolación en tierra de enamorados, no hay lugar para la desesperanza. Entonces... ¿por qué cuando no estas es cuando puedo apreciar la inmensidad de mi amor?
Más pasos a tientas que estrellas en el cielo. Y puedo cerrar los ojos si me guían tus manos, y puedo olvidar el ayer si me ahogo en tu abrazo. Y tanto no es suficiente, ni nada nunca lo será. Quién soy yo para juzgar al destino, para inventar dudas insignificantes. Y sólo hay una verdad más cierta que todas las demás verdades, y es que me tiembla el pulso al escuchar tu nombre...
Más pasos a tientas que estrellas en el cielo. Y puedo cerrar los ojos si me guían tus manos, y puedo olvidar el ayer si me ahogo en tu abrazo. Y tanto no es suficiente, ni nada nunca lo será. Quién soy yo para juzgar al destino, para inventar dudas insignificantes. Y sólo hay una verdad más cierta que todas las demás verdades, y es que me tiembla el pulso al escuchar tu nombre...
viernes, 3 de septiembre de 2010
Your love is like a song...
Un paseo por el parque, un te quiero susurrado, unas manos entrelazadas, un suspiro entre besos, un abrazo...
Es todo, es todo más lo que no se puede imaginar. La unión de dos ilusiones, mezclándose, formando un sólo cuerpo, un sólo porqué, creando el amor más sincero. Deseos creciendo en el ambiente, que nos encogen el corazón, sobrepasando los límites que aún no se han escrito. Y es nuestro, algo que sólo tú y yo podremos comprender jamás, que hace únicos todos los momentos que el tiempo decidió ponerme a tu lado. Perdí el miedo, perdí las dudas. El camino me deshizo de ellas, lo demás fue gracias a ti.
Una canción; cierro los ojos y apareces tú. Robando lo que me quedaba de cordura, haciendo de mí lo que yo buscaba ser. Felicidad, arropada en el cajón de mi habitación, acurrucada entre tu amor y el mío. Y mi corazón, envuelto en papel de regalo, apoyado frente a tu puerta. Y el cielo, sólo para nosotros dos. Palabras y más palabras, y lo demás nos sobra, y el hoy es sólo éste momento, en el que estoy a tu lado y el que nadie robará de mi memoria.
Deja que suene el teléfono mientras nos despedimos...
miércoles, 25 de agosto de 2010
Un te quiero me sabe a poco.
Perdida, inconsciente, loca, llámame como quieras. Pero yo, quiero cometer el mayor pecado conocido por el hombre, hacer lo que quiero y decir lo que pienso. Quiero recapacitar en voz alta, quiero abrazarte hasta perderme en el sonido del tiempo.
Un mundo. Repleto de promesas, de gente que busca, que sueña, que encuentra, que siente. Un mundo que tiene mil cosas que enseñarnos y otras tantas que nos hacen sufrir. Aferrarme a la realidad con corazón y fuerza, y me parece suficiente, más que suficiente. Eres tú. Eres lo que lo hace especial, lo que lo hace menos común, pero tan natural como el correr del agua montaña abajo. Y todo el tiempo que se me escape contigo, lo reutilizaré para volverte loco, para sacarte una de esas sonrisas que salen de casualidad. Historias, inventadas, sacadas de no sé qué lugar, de las que se guardan en los bolsillos para tener siempre a mano.
Cierra los ojos, siente cada uno de mis sueños clavados en las entrañas de mis pasos; soy así, tal y como tus ojos pueden comprobar, y esto es todo lo que tengo para darte.
"Arránqueme, señor, las ropas y las dudas. Desnúdeme; desdúdeme."
martes, 17 de agosto de 2010
De repente, porque sí.
Andaba, tranquilamente, paseando mi locura, mis ideas, sin buscar nada, tan sólo mirando hacia delante. Iba sólo yo, yo y mis motivos, mis principios, y nada más. Como si nada, como si el destino hubiera decidido por mí, como si la realidad se mezclara con la imaginación, y todo perdiera el sentido, apareciste. Escondido trás lugares dónde nadie se ha escondido jamás, envuelto en ideas que fascinaban mi lógica, envuelto en el amor más dulce y deseado, tú. Tan especial como te imaginé. Serán las ganas, serás tú, seré yo, será la casualidad de haber chocado contigo en medio de millones de personas, a kilómetros de distancia, o tan cerca, será lo que tenga que ser, pero, sea lo que sea, yo quiero ser contigo.
Y no hay minutos suficientes para mostrar una pequeña parte de lo que quiero de ti, de lo que quiero de ambos, y no hay nada comparable, o sí. Sólo quiero quererte, que me quieras, y también quiero todo lo demás, y quiero volverte loco, y quiero que me vuelvas loca, y quiero perderme en un país cualquiera, uno como éste, pero que sea a tu lado. Quiero... que seamos dos. Que, sólo y sencillamente, el tiempo se pare, y nos atrape en el ahora de aquí a un millón de años.
¿Sabes qué? Te quiero.
martes, 10 de agosto de 2010
Todo por un sueño.
Una razón, un sentimiento, una ilusión, un sueño. Hay cosas que, simplemente, no tienen nombre. Cosas que te hacen ser lo que eres, cosas por lo que lo darías todo. Algo por lo que luchar y sentirte más fuerte, más persona, más tú. Cosas que te hacen expresarte como no lo has hecho nunca, que consiguen que pongas todo lo que quieres decir en sólo unos latidos. Todo lo que eres y lo que quieres ser, tus miedos, tus ilusiones, tus sueños, todo, lo vislumbras tras un espejo con la música a todo volumen. Es la pasión, es el deseo, es lo que te hace darlo todo, una y otra vez, lo que te hace levantarte cuando estas en el suelo, y lo que te empuja a la cumbre más alta. Eres tú, viviendo lo que quieres vivir, y sintiéndolo; y eres único. Y estas aquí y ahora, y estas en todas partes. Buscas una meta, aún sabiendo que el camino es mucho más que un simple final, y buscas muchas metas más, y vas a por todas sin dar explicaciones, ya que no son necesarias. Y sólo los que estan ahí, y sólo los que viven el mismo sueño serían capaces de entender una ínfima parte de lo que sientes, y sólo ellos podrían llegar a comprenderte. Y mientras tú lo disfrutas cómo nadie, cómo sólo tú podrías hacerlo, mirando cómo sólo tus ojos podrían mirar, bailando cómo sólo tú podrías bailar.
Y aprender que la vida no es esperar a que pase la tormenta, es aprender a bailar bajo la lluvia.
Algo tan inevitable, cómo dejarlo pasar.
Danza.
domingo, 8 de agosto de 2010
Tan solo...
Es... ésa sensación que inunda tus pensamientos y los empapa de ilusión. Ése despertar feliz sin sentido, el encontrar razones tiradas por la calle y saber que son reales. El olvidar dónde estas, volando metros por encima del suelo, el correr tras los sueños, atraparlos y hacerlos tuyos, el echar de menos y querer hacerlo, la sinceridad plena y la seguridad arrebatadora, los lugares estúpidos que ahora tienen mil caminos, esos segundos que parecen eternos al llegar a tu encuentro, el caminar sin saber adónde, el sentir con los ojos cerrados, el pintar nuestra realidad y hacerla especial, el cambiar las historias para hacerlas vívidas, el crear nuestras propias historias...
Cogí tu mano, sin dudar, sin hacerle hueco a la inseguridad, ahogandome de promesas que poco a poco se hacen sinceras. Tal vez, sabias palabras. Crucemos el puente que nos separa de la felicidad, hagamoslo sin pensar, o pensando. Me gustaría salir en busca de todo eso que queremos encontar, me gustaría encontrarlo y volverlo a perder, para volver una vez más.
Eres tú, y soy yo, y nosotros haremos lo que nos venga en gana, y eso será totalmente imprescindible. Eso será lo que decidirá lo que nos queda por vivir, lo que queremos. Y yo te quiero a ti, perdido en mi cielo, besando tus labios, guardandonos todo el amor en un abrazo eterno...
lunes, 26 de julio de 2010
Oh, deseos...
Deseo recorrer 80 mundos en un día, deseo perderme entre un mar de palabras dichas a voz en grito, deseo perder el tiempo y volver a encontrarlo, deseo amar la casualidad, deseo ser diferente, deseo crear a mi antojo, deseo guardar la imaginación en cuencos de algodón, deseo desear sin tener miedo a decirlo.
Caminaré sin pensar y disfrutaré haciendolo, olvidaré qué hacer y no me importará. Seré otra persona sin dejar de ser yo misma. Uniré la razón con la locura formando el mejor de los delirios, sucumbiendo al placer. Mi inocencia se mezclará con unas sabias palabras que oí por ahí, que me contó el tiempo. Pequeños corazones para albergar demasiados momentos, que se rompen y esparcen melancolía y tristeza, corazones que vuelven a ser, pero más fuertes y dispuestos a darlo todo. Te recompensaré por ser cómo eres, por hacer que vuelva la ilusión que perdí en algún juego estúpido, de esos a los que todo el mundo jugó. Y ahora, esforzandome por no sonreir en exceso, recorreré el espacio que separa mis labios de los tuyos, crearemos un instante para recordar, uno de esos que mencionaremos los días que nos pongamos melancólicos, y desde ahí, seremos sin más, o con todo.
domingo, 25 de julio de 2010
Guardemos un instante, vivamos los demás.
Tú, yo. Dime, ¿dónde está el secreto?. ¿Cómo hacemos para poder empezar, libres de kilómetros y preguntas?. Hay un puente que separa los sueños de la realidad, la ilusión de la monotonía, ven, vamos juntos; allí, un pequeño lugar sólo para nosotros, para recorrer caminos sin salida y dar la vuelta y encontrar otros tantos. Un soplo de aire que evapore el tiempo, que haga que el mal se desvanezca, se pierda entre el espacio que nos separa, y nos una un poco más. Lo suficiente para huir, corriendo de la mano. Surcando olas de motivos estúpidos y a la vez únicos y sinceros. Que fluya la felicidad, haciendola nuestra. Sólo para nosotros, para usarla a nuestro antojo. Busca la forma de ser tú y a la vez tener lo que quieres, o mejor, busquemosla.
No es lo mismo sino me dices tú porqué, sino haces que sea especial con sólo una sonrisa. Es simple, sencillo y complicado. Pero recorrería un mundo para encontrar algo que me haga dejar de buscar, algo cómo lo que siento por ti. Algo que me haga levantarme con una sonrisa todos los días, y sé que tú puedes hacerlo, es más, sé que lo harás. No rompamos el ahora, dejémonos llevar. Efímero placer, vivaz deseo. No rompamos lo que nos tiene preparado el destino, lo que tenemos que vivir para seguir siendo juntos. Sellaré mis labios y todo lo demás te lo dirá mi corazón...
lunes, 19 de julio de 2010
Nadie dijo que fuera fácil.
Preguntas y más preguntas. Silencio. Estoy vacía, insignificante, mi interior se pierde en caminos oscuros rebosantes de dudas. Son recuerdos, son historias acumuladas que rompen el porqué. Empújame. Llévame dónde quiera que sea el lugar al que pertenecemos. Dame la libertad de ser yo misma, de dejarme llevar. Dame las fuerzas que necesito para confiar en ti, para perder el miedo. Ése miedo que me hace agonizar en la nada, ése que me hace preguntarme si soy suficiente para ti.
Hoy desaparecí, me desvanecí entre el ruido de los coches al pasar. Vago inerte por un mundo que no me promete nada, deseando que corra el tiempo y que hable el destino. Deseando que no acabe aquí. Improvisaré sonrisas para ti, sonrisas verdaderas, de esas que se regalan sin más. Cogeré un puñado de ilusión y lo esparceré en nuestros pasos, levantaré las manos y caeré rendida. Seré lo que nunca fui, seré lo que quiera ser. Seremos tú y yo, y lo que queramos buscar.
Perdernos en lugares estúpidos, luchar contra la incertidumbre, alabar a la casualidad. Olvidar lo que sé, y vivir lo que me apetece.
Salir corriendo, hacia la misma dirección.
domingo, 18 de julio de 2010
Tal vez, y sólo tal vez.
Luces al fondo de una calle cualquiera. Parques llenos de gente. Y tú, apareciendo de un lugar robado de algún mapa, haciendome olvidar y sentir al mismo tiempo. Tan fácil, que escapa a mi razón. El tiempo se desvanece y el mundo se para un segundo, y nos deja contemplar todo lo que nos puede regalar. Todo lo que creímos perdido o simplemente inexistente, el poder de nuestras palabras.
Busqué un corazón de piedra por toda esta ciudad, busqué el encontrar mil formas de sobrevivir, busqué el sentir sin darme cuenta, y me perdí. Puertas llenas de errores, miles de ellas, y fui a abrir ésta. La que llegaba a tu corazón, la que arrastraba al mío.
Y, de momento, lo sentí. Era esto, era lo que buscaba desesperadamente, eres lo que buscaba. Nadie supo hacerme ver las cosas de tantas formas diferentes, y todas tan especiales. Nadie consiguió dejarme ser, nadie vio lo que escondía.
Me pregunto... cómo se llegará hasta aquí, cómo pasé de no tener nada qué decir a querer decirtelo todo. Cruzaste la línea que separaba al resto de la gente de mí, y espero que no quieras volver.
Y regalarte mi tiempo, sólo para ti.
viernes, 16 de julio de 2010
Se me queda pequeño el cielo.
Desperté. Desahuciada de los sueños, de las pesadillas. Levanté la cabeza y observé. Tan sólo miré a mi alrededor y pensé. Las cosas son simples, sencillas, las descubrí y sé cómo seguir para que todo olvide porque está aquí y sólo vivamos el ahora, pero los sentimientos lo hacen tan complicado. Enredan las ideas y trastocan los porqués.
Aprendí, miles de cosas, y ¿para qué? ; impotencia, cruel impotencia. Kilómetros y horas, locura y razón, decisiones.
Tomas un camino que crees correcto o que no, pero lo haces por ti, porque tú lo elegiste y nadie sabría hacerlo por ti. No hay lugar para la lógica en él, y ahí se esconde su esencia. El hecho de volver a ser niños, tímidos y felices, regalando amor y confianza. Dulces inocentes, el mejor de los ignorantes.
Aprendí, miles de cosas, y ¿para qué? ; impotencia, cruel impotencia. Kilómetros y horas, locura y razón, decisiones.
Tomas un camino que crees correcto o que no, pero lo haces por ti, porque tú lo elegiste y nadie sabría hacerlo por ti. No hay lugar para la lógica en él, y ahí se esconde su esencia. El hecho de volver a ser niños, tímidos y felices, regalando amor y confianza. Dulces inocentes, el mejor de los ignorantes.
Y allí, cerca de las nubes,dónde los recuerdos son únicos y el amor eterno, podremos saborear los momentos, podremos ilusionarnos sin tener miedo, sin dudar ni clasificar. Sin perder el encanto. Sucumbiendo al deseo, al querer, ser más que los demás, o tan sólo diferente.
Y volvernos locos.
sábado, 10 de julio de 2010
Por mí y por todos mis compañeros.
Hoy. Un día entre millones de días, uno como otro cualquiera. Pero un día que sólo sucederá ahora. Ni en un millón de años habrá un día exactamente igual que este. Y un día como hoy, he descubierto la historia de la vida. He averiguado cuál es el problema y cuál la solución. Hoy sé lo que quiero. Mañana quien sabe. Y ahí reside la respuesta, la respuesta a todas y cada una de mis preguntas. Las palabras que buscaba desesperadamente de unos labios ajenos, sin saber que tenía que buscar hacia otro lado, hacia dentro. Hacia dónde salen a gritos todos los motivos y problemas, ahí es dónde estan todas las soluciones y sólo yo lo sé, sólo lo sé porque quise saberlo. SIN MÁS.
No voy a decir nada más, no le daré más soluciones, hoy no me apetece, hoy quiero ser sincera y decir las cosas cómo son, cómo las siento y cómo las vivo. Hoy soy yo, la única que existe en todo este planeta.
sábado, 3 de julio de 2010
Cuando...
Una historia.
Viste por ahí a alguien pasar, alguien que no sabía lo que quería; pero no te diste cuenta. Cuando miras a tu alrededor no notas la presencia de los demás. Qué son para ti, sólo más gente, con más cosas qué hacer y nada que te interese. Ajenos a ti, a lo que eres y al porqué estas aquí. Cuando paseas por la calle, sin hacer nada, eres sólo tú. Lo que ven por fuera y nada más, lo que eres de lo pies a la cabeza, sin importar lo demás, pasando por alto tu mirada perdida, tus puños cerrados y tus sueños rotos, pasando por alto tus ojos alegres, tu sonrisa torcida y tus claros sentimientos. Cuando paseas por la calle, sin hacer nada, deseas saber más de lo que sabes, deseas descifrar todo lo que hay a tu alrededor. Miras a la gente, con detenimiento, intentando localizar su angustia o su felicidad, buscando su diferencia entre el resto. Queriendo mostrar la tuya. Y sigues adelante, sin darle un minuto más de importancia a lo que hiciste.
Cuando una historia te hace sentir que va más allá.
sábado, 19 de junio de 2010
Sólo sigo soñando.
Sentada. Rodeada de miles de personas y sintiendote tan sola. Buscando algo que ni si quiera sabes que existe. Añorar un abrazo por el mero hecho de obtenerlo, de saber que está ahí. Cómo confiar en alguien cuando nadie confía realmente en ti. Y pensar, y saber que sabes y querer olvidarlo. Hacer cómo si nada. Reír, sin porqué, buscando evadirte y dejar de ser tú, para ser sólo alguien. Alguien que no quiere nada, que no necesita nada, que el estar aquí y ahora le basta para sentirse bien. Y guardar a esas ganas de volar tan lejos cómo le permitan los sueños. Ojos que no ven, corazón que no siente. Dulce ignorante, triste pecador. No sabes cómo salir pero tampoco sabes cómo has entrado. Luchas contra la imaginación, perdida entre pensamientos que no dicen nada, que no saben nada.
Se torció el camino tú ya sabes que no puedo volver..
Busco desesperadamente esos besos que hacen seguir, esas palabras susurradas que hacen desear parar el tiempo. Elegir otro camino completamente diferente pero sin perder nuestra esencia, sin cambiar el tú ni el yo, sino siendo juntos, olvidando el porqué y descubrir miles de cosas cogidos de la mano, acariciando el presente con la yema de los dedos. Tocando el futuro cómo un mundo nuevo lleno de sorpresas y pasión. Te busco a ti, a lo que eres, a que me dejes ser a mí.
Hoy no estoy para nadie, nadie está para mí.
miércoles, 16 de junio de 2010
Tan simple y complicado.
Debí preguntarle al olvido por qué sólo el tiempo sabe qué hacer con las almas enamoradas. Qué decirle o cómo hacerle ver el camino que debe escoger. Cómo saber cuál es el camino que debe escoger. Y sólo los minutos, segundos y horas que pasan deciden por nosotros y nunca, nunca jamás, se equivocan. Tal vez la única respuesta es que somos humanos, y en consecuencia, imperfectos. Seres imperfectos que vislumbran la perfección a través del amor. A través de sentimientos que tienen mil caras y todas reales, todas tan de verdad...
Corazones silenciados, llenos de inseguridad e inocencia. Aprenderemos, aprenderemos hoy y lo olvidaremos mañana. Y cada historia será nueva para nosotros, y cada sentimiento único, cada uno de ellos como el primero.
Personas, tal vez seamos sólo eso, o tal vez seamos muchos más.
Quizás. Abiertos a todas las probabilidades, a todas las diferencias que existen, a verlas y aceptarlas, a romperlas, a crearlas nosotros mismos sólo para crecer o para sentirnos más niños. Y volver a volvernos locos para sobrevivir a la locura de la vida. Al ir y venir de situaciones y momentos. Mirar a los lados buscando nada, pero queriendo encontrarlo todo.
Si te cabe el cielo en un abrazo, siempre habrá una estrella para ti.
viernes, 11 de junio de 2010
Creer.
El roce de sus labios; un suspiro. Con la yema de los dedos acariciaba la tibia piel de su cuello, estremeciendola dulcemente. Susurraba promesas a su oido que ambos sabían que rompería, pero eso no les impedía seguir soñando un poco más. Inocente niña disfrazada de quien no es, que busca una mínima oportunidad para asomar la cabeza entre las nubes. Un segundo que se adueña de sus vidas, disfrutando de su efímero sabor con los ojos cerrados, para no olvidarlo. Para guardar la ilusión en la unión de sus bocas. Insolentes, descarados, adolescentes; cómo se puede ser sólo una vez en la vida, cómo se puede sentir miles de veces.
Y perdernos en el camino del olvido...
domingo, 6 de junio de 2010
Por ti, por mí, por nosotros.
¿Cuántos kilómetros separan tus manos de las mías?
Tantos momentos a tu lado, que ahora recuerdo una y otra vez para poder estar un poquito más cerca de ti. Besos, caricias y palabras mezclandose en mi cabeza. Recorrería todo un mundo a tu lado y ahora sólo puedo ansiar tu llegada.
Miedos y dudas. Sin remedio, sin final. Una fortaleza de cristal para guardar tu amor. Para guardar el mío. Para creerte y confiar.
Permitirnos soñar juntos en la distancia, creernos nuestras historias y hacerlas vívidas y únicas. Miles de llamadas para añorarnos un poco más. Para darle fuerzas a nuestros sentimientos, y llenar silencios de risas y anécdotas estúpidas.
Nadie sabría cómo valorar mis palabras, nadie sabría describirlo ni contarlo. Nadie podría sentir algo así. Porque es único. Porque cada segundo es distinto y etéreo.
Mi piel sufre tu ausencia y llora tu distancia. Mis ojos buscan tu mirada sin un sentido explícito. Y estas en todas partes y a la vez en ninguna.
Un mar de emociones que envuelve mis sentidos y los hace menos útiles. Que razona mis acciones buscando una simple solución, inventada quizás. Mi sonrisa se pierde con tus ojos en el dulce caminar de tus pasos. Y volverás. Y aquí estaré yo. Y retomaremos nuestra historia en el mismo punto dónde quisimos reconstruirla para hacerla mejor y más hermosa.
Sí, te echo de menos.
viernes, 4 de junio de 2010
¡ Sólo nos queda una vida !
No pierdas oportunidades. Deja todos los miedos, todos los peros, da vueltas alrededor del mundo buscando tu verdad. Lucha en todas las batallas en las que debas luchar, lucha en las que no debas.
Enamorate. Grita a pleno pulmón todo lo que no puedes decir. Busca algo por lo que vivir y échale llave a las cosas por las que morirías. Hay muchos países que recorrer, muchas canciones que cantar, muchas injusticias por las que combatir, muchos amores , muchas personas que conocer, muchos sueños por vivir...
¿Cuántas vidas derrocharíamos en sólo disfrutar el momento? Miles. Millones. Más aún.
Para qué lágrimas sin sentido habiendo risas, pudiendo vivir viendo la vida como una sola, para volvernos locos y correr tras el tiempo.
"Si tuvieramos dos vidas entonces sí podríamos gastar una en pedir perdones"
Hagamos que nuestra vida sea maravillosa. Hagamos que cada segundo sea único, que cada palabra que digamos tenga todo el significado que podamos dar. Aprender de esto, aprender para después poder olvidarlo y cometer mil veces el mismo fallo. Para reírnos de nosotros mismos, para reírnos de los demás. Para hacer que lo malo pierda valor y que el cielo quede un poquito más cerca.
Para inventar una historia, nuestra historia.
martes, 1 de junio de 2010
Life.
Nos sobran tantas miradas y palabras que ninguno sabe qué es lo que tiene que hacer. La gente anda perdida buscando un motivo por el que gritar, por el que sufrir, por el que seguir vivo. Dejamos caer un día detrás de otro pensando que pasará.
Las nubes siguen su lento caminar mientras las observamos creyendo que siempre estaran ahí, hasta que desaparecen, olvidándose por completo.
Y un minuto detrás de otro. Un beso robado o un llanto silencioso. Personas que no saben cómo escapar de la cárcel que ellos mismos crearon.
Las nubes siguen su lento caminar mientras las observamos creyendo que siempre estaran ahí, hasta que desaparecen, olvidándose por completo.
Y un minuto detrás de otro. Un beso robado o un llanto silencioso. Personas que no saben cómo escapar de la cárcel que ellos mismos crearon.
Acciones enfermizas que no tienen lógica pero que hacemos sin pensar creyendo que todo saldrá tal y cómo tiene que salir, cuando todos sabemos que no es verdad. No me pidáis que sea sincera porque no sé. No sé nada de esto, nadie me dijo cómo tenía que actuar en cada momento de mi vida, lo hice sin querer, porque algo me decía que tenía que hacerlo, porque desde aquí todo es un pelín más fácil, y lo difícil siempre cuesta más.
Mis deseos se mezclan con mi razón haciendo una maraña de contradicciones que me llevan a delirar en la más dulce de las enfermedades. La locura.
Yo tampoco sé vivir, sólo estoy improvisando...
domingo, 30 de mayo de 2010
Incoherencia.
¿Qué significa que algo tiene sentido o que deja de tenerlo?
Me pregunto quien será la persona que puso todas estas normas en una historia tan simple y sencilla, complicandola y haciendola más cruel de lo que debería ser. Y la imagino después, cobarde, asustada, incluso sintiendose culpable. Miró alrededor y vio lo que había hecho. Todo un mundo hecho añicos por esas palabras que escribió en alguna parte por echar el rato. Y huyó.
Pero, pobre de él, se lleva la peor parte, la culpabilidad. Ése sentimiento que te hace un nudo en el estómago y te hace apretar los puños de pura impotencia.
Lágrimas derramadas por tu culpa. Seguidores de tus palabras. Personas que niegan tal historia. Y nadie estaba allí, nadie sabía si éste era el camino correcto, nadie imaginó si quiera que no fuera así.
Huyamos. Cambiemos la trayectoria de esta vida inútil y vacía que nos han propuesto. Rompamos una historia que no está escrita, una hsitoria que nadie puede apreciar. No hay esquemas de qué clase de persona ser. ¿Por qué inventarnos nosotros algo tan estúpido?
Reivindiquemos.
lunes, 24 de mayo de 2010
¿Qué?
Una mirada que se encontró por casualidad. Un suspiro que dice todo lo que no pueden decir los labios. Una respuesta que responde a todas nuestras preguntas. Un porqué que no necesita más motivos. Un segundo que infravalora el tiempo. Un amor...
Ése sentimiento que supera todo lo vivido y le da sentido a lo más incoherente conocido jamás. Poder reír en todo momento de pura felicidad. Tocar el cielo con las manos de la ilusión. Robar un instante para invertirlo en dulces momentos. Creer que saldrá aunque la lógica diga lo contrario. Querer que así sea, porque lo necesitamos. Abandonarte a un sueño soñado demasiadas veces, que ahora te promete un mundo nuevo y único. Efímero y a la vez eterno. El retorno de una vida que dejamos apartada un segundo en el camino. La nuestra. La que se escapa cada día y la que revive cada noche. La que tenemos que vivir...
sábado, 22 de mayo de 2010
Mi pequeñita y endeble.
Cosita dulce. Única entre los nuestros. Miles de palabras que te diría sólo por ser tú. Por ver esa carita que guarda las estrellas en una sonrisa. Locuras derramadas entre pasos dados a tientas. Te abriste paso y llegaste a mi pequeño e insensible corazón. Conseguiste en un segundo hacerme olvidar porqué quería escapar para hacerme querer quedarme. Daremos mil vueltas al mundo para exprimir cada gota de él, para comprobar si los sueños nos mienten o son de verdad. Porque mereces un cielo todito para ti. Un amor que se ría de los cuentos de hadas y que los supere de todas las formas posibles.
Eres de esas personas que saben cómo hacerte reír y sentir que todo saldrá bien. De esas que no olvidas tan sólo por ser cómo es. De esas que tienen una solución a todos los problemas. De esas que jamás encontré hasta conocerte.
Y ahora sólo me queda decirte que nunca, nunca jamás, por nada ni nadie, dejarás de ser así cómo eres. Tan especial, y sencilla al mismo tiempo. Tan enamorada del amor. Espero que sepas que cuando no sepas qué hacer o cómo, sólo quiero que mires a tu lado, que allí estaré yo, para abrazarte y prometerte que todo saldrá bien, porque saldrá bien.
Te quiero. Mucho, mucho, mucho.
lunes, 10 de mayo de 2010
Insatisfacción.
No hay nada como ese sentimiento que te lleva a hacer cualquier cosa, por pequeña que sea, que quieras hacer en ese momento, que se te antoje o que necesites. Seguridad. Un solo paso y llegas a la meta, mientras otras personas se quedan sin aire y ni si quiera alcanzan a verla. Ése empujón sin necesidad. Confianza. La mejor de las oportunidades, la que coges por ti misma, con amor y deseo, con tu propio esfuerzo.
No esperar, no dudar. Olvidar esas preguntas repetidas en tu interior que no aseguran nada, e infravaloran todo, sobre todo a ti misma.
Luchando contra el espejo, contra sueños desterrados, contra sentimientos. No creer en el futuro, no creer en el amor ni en la ilusión, volver al sitio de dónde viniste. Una y otra vez.
Y ésa es una lucha que sólo puedes ganar tú, que está en tu mano y en tus actos librar. Y ése último suspiro que acompaña a la verdadera intención. Ése suspiro que se ahoga en la respiración entrecortada de un llanto sin consuelo...
domingo, 9 de mayo de 2010
Perfecta sencillez...
Y hoy me río de mí misma y de mis vanos intentos por conseguir algo que sé que no puedo obtener. Y miro por la ventana buscando sentido a mis palabras. Y lloro porque me apetece. Y escribo porque lo necesito, y esta inerte pantalla que consigue lo que se propone y entiende lo que quiero decir. Y frías sensaciones para este deseo tan real.
Paredes que guardan momentos y que recuerdan lo que nadie. Lágrimas y risas derramadas por todas partes, que sientes con sólo entrar. Y ése abrazo que siempre tiene para darme, ése que nadie sabe ofrecer. Y sueños de papel recogidos en estanterias, sol que aparece por una pequeña esquina, y que alumbra mi rostro. Y un mundo pequeño que sabe lo que quiero y me lo regala sin más, sin tener que dar nada a cambio, sin promesas ni dolorosos sentimientos. Sólo el momento y el saber que tengo un sitio dónde esconderme.
Cantando a pleno pulmón y viviendo cómo si nada. Lujuria descarada que se adueña de nosotros y nos lleva a enloquecer. Perfecto y sencillo, nada qué pedir y nada qué añorar. Todo sin remedio y nada qué obtener. Búscame allí, dónde mis sueños se esconden por todos los rincones y mis lágrimas debajo de la almohada.
Miedo perdido.
Momentos irreales, sin significado ni nombre. Sin importancia. Porque esto ya no da más. Porque yo, nosotros, no soportamos esta tensión que se adueña de todo y nos obliga a marcharnos sin decir adiós, sin mirar atrás. No os debo nada, no me debéis nada. No me preguntéis de qué hablo, no sabría explicarlo, no podría. Vuestra indiferencia y egoísmo me daña, en lo más hondo y profundo de mi ser. Palabras que arañan mi piel haciendola más fuerte. Recuerdos que no quiero recordar, por miedo a añorarlos. Deseando estar en cualquier parte, menos aquí. He dejado de tener miedo, he dejado de olvidar para poder sufrir sin remordimientos. Y mientras la música suena, las palabras salen sin más y las lágrimas se derraman por mis mejillas. Cómo un viernes cualquiera, como un día cualquiera de esta vida perdida en un mundo irreal, inventado y vano.
Cuando alguien no le teme a nada,
es que nada ama,
y si no amas nada,
¿de qué te sirve no temer nada?
sábado, 8 de mayo de 2010
Pequeña estúpida.
Correr. Siempre tú primer impulso, huir. Viento que sopla en tu contra y frena tus pasos, y sin remedio, tienes que parar y pensar. Todo mal, todo o nada. Se acabó. Tú, yo, ellos. Vacío y dolor que se apoderan de mi ser. Un profundo interior que me deja caer y se olvida de mí, arrastrandome a una soledad con demasiados porqués. Tardes encerradas en mí misma, preguntandome tantas cosas. Y respuestas sin significado, que no me dan los suficientes motivos para arreglarlo. ¿Cómo volver a empezar? ¿Cómo pedir perdón sabiendo que no hay una solución posible? Y noto cómo se desvanece poco a poco, inerte ilusión. Me desmorono, partes de mí se caen por el camino. Mis fuerzas me abandonan, mis motivos se escapan a la lógica. Gritar, llorar, olvidar. Única solución para un problema inexistente. Se olvidaron de que yo estaba aquí, me olvidé de que ellos no. Cada día. Repitiendose esta fría angustia. Dolor reflejado en ojos tristes, adolescente sufrimiento. Nítido y perfecto, el mejor entre los suyos. Palabras demasiado grandes, para pequeñas criaturas. No sé salir de aquí. No quiero si es por mi propio pie. Llévame fuera.
Vayamos juntas...
miércoles, 5 de mayo de 2010
Correr trás la ilusión...
Y esa necesidad de volar que invade nuestras almas arrastrandolas a la lujuria. Ese deseo de poder hacerlo, de creer que puedes. Esas páginas en blanco y ése mundo por vivir que grita a nuestro alrededor. Y miradas que van y vienen sin dueño ni verdad. Ilusión que sentimos en la piel y nos lleva a mirar más alto de lo que nuestros pies pueden llegar.
Y yo pido perdón. Por no poder escuchar esos gritos, por ignorar esta ilusión y dejarla caer. Por pasos que no llevan a ninguna parte, por palabras que no tienen sentido. Por un meláncolico existir que no promete nada. Por un corazón sin sentimientos y una razón sin razones. Por no querer intentarlo, por no poder.
Tú, que sabes qué hacer y cómo, escápate de esta fría indiferencia que rodea a los que todo lo han perdido, a los que olvidaron pensar antes de hablar.
Me ahogo en este vaso de agua helada, y mi orgullo no me deja pedir ayuda. Motivos ilógicos y estúpidos que abarcan todo lo hecho y por hacer. Y quiero cambiar el mundo, pero no en este momento. Y el mundo me cambia a mí. Y yo cierro los ojos y los oídos esperando quién sabe qué. Tal vez eso que te haga abrir los ojos y olvidar el silencio que envuelve esta pared de cristal.
Pierdo la inocencia y rozo la culpabilidad, sin darme a penas cuenta.
martes, 4 de mayo de 2010
Ansiar...
Y en este dulce segundo, la mirada se vuelve triste y recuerda porqué todo va mal. Ahora dime cómo arreglar el mundo, o al menos dime cómo no darme cuenta de este desconcierto.
Un fondo celeste para el teatro de nuestras vidas. Celeste y lleno de sueños de algodón. Cielo, lejano y tentador. Ése que prometen sin ni si quiera haberse parada a mirarlo. A ansíarlo, así cómo lo hago yo.
Y cada deseo, cada sensación, la escondo debajo de mi cama. Y vuelvo a ponerme una nueva sonrisa. Tan creíble, que hasta yo dudo de su autenticidad. Y toda la soledad se amontona en mis manos, en mis pasos.
Just another step until I reach the door. (8)
¿Dónde está mi grito de auxilio, mi empujón hacia delante? ¿Dónde estás tú? ¿Dónde estoy yo?
Dime dónde quieres que vaya, y allí estaré.
Lo repito una y otra vez, con sólo un cruel silencio como respuesta. Todos los que miráis sin saber qué hacer, o con todo hecho, decidme, ¿qué esperan de mí?
Le doy vueltas a los momentos, buscando una solución a este difícil problema, la incertidumbre. Decidiste dejarme al margen. Triste e inútil espectadora de una vida que se derrumba, la mía.
Y tú, dulce alma agotada, estira tu brazo y pide ayuda, que mi mano llora tu ausencia.
domingo, 2 de mayo de 2010
Triste caminar...
Caminando por un camino incierto, estúpido y único. Que no elegimos nosotros, ¿o sí?
Miro como pasos endebles e insignificantes cobran demasiada importancia. Preguntas amontanadas en todas partes, sin motivo o con demasiados. Sentimiendos cobardes y respuestas imprecisas se esconden una y otra vez, haciendo peor su aparición. Consejos inútiles para almas que necesitan vivir por sí mismas para aprender. El horizonte se vuelve confuso y más verdadero que antes, más cercano.
El viento te dirá qué hacer. Una lástima que aquí no sople con demasiada fuerza. Busco una mirada cómplice que me saque de este oscuro lugar, pero nadie es capaz de apreciarlo, ni si quiera yo misma. Mentir. A todos, no importa sobre qué. A ti misma. Y creertelo, por no sufrir, por reír. O por volver a querer reír. Cometer errores es humano, repetirlos una y otra vez, es de imbéciles. Y mi conciencia lo sabe, aunque lo niegue y reflexione.
Pero sigo caminando, hacia delante, hacia algún mejor momento vivido. Y ése camino. Dulce, triste, corto, difícil, efímero, hermoso, feliz, tuyo, ÚNICO. La vida.
viernes, 30 de abril de 2010
Tan poco tiempo...
Segundos. Minutos. Horas. Días. ¿Cúanto tendré que esperar?
Tiempo perdido. Valioso y único. Desperdiciado en lamentarse y llorar, en sufrir. Tiempo que se perderá entre los recuerdos. Que podríamos invertir en miles de sonrisas.
Busco la forma de hacerte sentir mejor, de que recuperes la ilusión. De que la recuperemos. Sin lograrlo, sin rozarlo si quiera. ¿Cuántos errores cometimos? ¿Cuántos cometeremos?
Y ahora dime, dime la verdad:
¿Cuántas formas hay de remediarlo?
Ninguna. Ni lágrimas, ni tardes encerradas en una oscura soledad. El sol sigue brillando allí arriba, en el cielo. En el mismo que soñamos tantas veces con tener a nuestros pies. Dime dónde está tu escondite, dime porqué lo elegiste. Dime porque no quisiste esconderte conmigo.
Cuéntame el secreto de tu dolor. Cuéntame cómo sacarte de ahí sin verte llorar.
Si el mundo no girara tan rápido, nada de esto hubiera pasado. Ahora es él quién tiene que decirnos cómo solucionarlo.
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