sábado, 22 de mayo de 2010

Mi pequeñita y endeble.


Cosita dulce. Única entre los nuestros. Miles de palabras que te diría sólo por ser tú. Por ver esa carita que guarda las estrellas en una sonrisa. Locuras derramadas entre pasos dados a tientas. Te abriste paso y llegaste a mi pequeño e insensible corazón. Conseguiste en un segundo hacerme olvidar porqué quería escapar para hacerme querer quedarme. Daremos mil vueltas al mundo para exprimir cada gota de él, para comprobar si los sueños nos mienten o son de verdad. Porque mereces un cielo todito para ti. Un amor que se ría de los cuentos de hadas y que los supere de todas las formas posibles.

Eres de esas personas que saben cómo hacerte reír y sentir que todo saldrá bien. De esas que no olvidas tan sólo por ser cómo es. De esas que tienen una solución a todos los problemas. De esas que jamás encontré hasta conocerte.

Y ahora sólo me queda decirte que nunca, nunca jamás, por nada ni nadie, dejarás de ser así cómo eres. Tan especial, y sencilla al mismo tiempo. Tan enamorada del amor. Espero que sepas que cuando no sepas qué hacer o cómo, sólo quiero que mires a tu lado, que allí estaré yo, para abrazarte y prometerte que todo saldrá bien, porque saldrá bien.

Te quiero. Mucho, mucho, mucho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario