lunes, 26 de julio de 2010

Oh, deseos...


Deseo recorrer 80 mundos en un día, deseo perderme entre un mar de palabras dichas a voz en grito, deseo perder el tiempo y volver a encontrarlo, deseo amar la casualidad, deseo ser diferente, deseo crear a mi antojo, deseo guardar la imaginación en cuencos de algodón, deseo desear sin tener miedo a decirlo.

Caminaré sin pensar y disfrutaré haciendolo, olvidaré qué hacer y no me importará. Seré otra persona sin dejar de ser yo misma. Uniré la razón con la locura formando el mejor de los delirios, sucumbiendo al placer. Mi inocencia se mezclará con unas sabias palabras que oí por ahí, que me contó el tiempo. Pequeños corazones para albergar demasiados momentos, que se rompen y esparcen melancolía y tristeza, corazones que vuelven a ser, pero más fuertes y dispuestos a darlo todo. Te recompensaré por ser cómo eres, por hacer que vuelva la ilusión que perdí en algún juego estúpido, de esos a los que todo el mundo jugó. Y ahora, esforzandome por no sonreir en exceso, recorreré el espacio que separa mis labios de los tuyos, crearemos un instante para recordar, uno de esos que mencionaremos los días que nos pongamos melancólicos, y desde ahí, seremos sin más, o con todo.

domingo, 25 de julio de 2010

Guardemos un instante, vivamos los demás.


Tú, yo. Dime, ¿dónde está el secreto?. ¿Cómo hacemos para poder empezar, libres de kilómetros y preguntas?. Hay un puente que separa los sueños de la realidad, la ilusión de la monotonía, ven, vamos juntos; allí, un pequeño lugar sólo para nosotros, para recorrer caminos sin salida y dar la vuelta y encontrar otros tantos. Un soplo de aire que evapore el tiempo, que haga que el mal se desvanezca, se pierda entre el espacio que nos separa, y nos una un poco más. Lo suficiente para huir, corriendo de la mano. Surcando olas de motivos estúpidos y a la vez únicos y sinceros. Que fluya la felicidad, haciendola nuestra. Sólo para nosotros, para usarla a nuestro antojo. Busca la forma de ser tú y a la vez tener lo que quieres, o mejor, busquemosla.

No es lo mismo sino me dices tú porqué, sino haces que sea especial con sólo una sonrisa. Es simple, sencillo y complicado. Pero recorrería un mundo para encontrar algo que me haga dejar de buscar, algo cómo lo que siento por ti. Algo que me haga levantarme con una sonrisa todos los días, y sé que tú puedes hacerlo, es más, sé que lo harás. No rompamos el ahora, dejémonos llevar. Efímero placer, vivaz deseo. No rompamos lo que nos tiene preparado el destino, lo que tenemos que vivir para seguir siendo juntos. Sellaré mis labios y todo lo demás te lo dirá mi corazón...

lunes, 19 de julio de 2010

Nadie dijo que fuera fácil.


Preguntas y más preguntas. Silencio. Estoy vacía, insignificante, mi interior se pierde en caminos oscuros rebosantes de dudas. Son recuerdos, son historias acumuladas que rompen el porqué. Empújame. Llévame dónde quiera que sea el lugar al que pertenecemos. Dame la libertad de ser yo misma, de dejarme llevar. Dame las fuerzas que necesito para confiar en ti, para perder el miedo. Ése miedo que me hace agonizar en la nada, ése que me hace preguntarme si soy suficiente para ti.

Hoy desaparecí, me desvanecí entre el ruido de los coches al pasar. Vago inerte por un mundo que no me promete nada, deseando que corra el tiempo y que hable el destino. Deseando que no acabe aquí. Improvisaré sonrisas para ti, sonrisas verdaderas, de esas que se regalan sin más. Cogeré un puñado de ilusión y lo esparceré en nuestros pasos, levantaré las manos y caeré rendida. Seré lo que nunca fui, seré lo que quiera ser. Seremos tú y yo, y lo que queramos buscar.

Perdernos en lugares estúpidos, luchar contra la incertidumbre, alabar a la casualidad. Olvidar lo que sé, y vivir lo que me apetece.

Salir corriendo, hacia la misma dirección.

domingo, 18 de julio de 2010

Tal vez, y sólo tal vez.


Luces al fondo de una calle cualquiera. Parques llenos de gente. Y tú, apareciendo de un lugar robado de algún mapa, haciendome olvidar y sentir al mismo tiempo. Tan fácil, que escapa a mi razón. El tiempo se desvanece y el mundo se para un segundo, y nos deja contemplar todo lo que nos puede regalar. Todo lo que creímos perdido o simplemente inexistente, el poder de nuestras palabras.

Busqué un corazón de piedra por toda esta ciudad, busqué el encontrar mil formas de sobrevivir, busqué el sentir sin darme cuenta, y me perdí. Puertas llenas de errores, miles de ellas, y fui a abrir ésta. La que llegaba a tu corazón, la que arrastraba al mío.

Y, de momento, lo sentí. Era esto, era lo que buscaba desesperadamente, eres lo que buscaba. Nadie supo hacerme ver las cosas de tantas formas diferentes, y todas tan especiales. Nadie consiguió dejarme ser, nadie vio lo que escondía.

Me pregunto... cómo se llegará hasta aquí, cómo pasé de no tener nada qué decir a querer decirtelo todo. Cruzaste la línea que separaba al resto de la gente de mí, y espero que no quieras volver.

Y regalarte mi tiempo, sólo para ti.

viernes, 16 de julio de 2010

Se me queda pequeño el cielo.

Desperté. Desahuciada de los sueños, de las pesadillas. Levanté la cabeza y observé. Tan sólo miré a mi alrededor y pensé. Las cosas son simples, sencillas, las descubrí y sé cómo seguir para que todo olvide porque está aquí y sólo vivamos el ahora, pero los sentimientos lo hacen tan complicado. Enredan las ideas y trastocan los porqués.
Aprendí, miles de cosas, y ¿para qué? ; impotencia, cruel impotencia. Kilómetros y horas, locura y razón, decisiones.
Tomas un camino que crees correcto o que no, pero lo haces por ti, porque tú lo elegiste y nadie sabría hacerlo por ti. No hay lugar para la lógica en él, y ahí se esconde su esencia. El hecho de volver a ser niños, tímidos y felices, regalando amor y confianza. Dulces inocentes, el mejor de los ignorantes.
Y allí, cerca de las nubes,dónde los recuerdos son únicos y el amor eterno, podremos saborear los momentos, podremos ilusionarnos sin tener miedo, sin dudar ni clasificar. Sin perder el encanto. Sucumbiendo al deseo, al querer, ser más que los demás, o tan sólo diferente.

Y volvernos locos.

sábado, 10 de julio de 2010

Por mí y por todos mis compañeros.


Hoy. Un día entre millones de días, uno como otro cualquiera. Pero un día que sólo sucederá ahora. Ni en un millón de años habrá un día exactamente igual que este. Y un día como hoy, he descubierto la historia de la vida. He averiguado cuál es el problema y cuál la solución. Hoy sé lo que quiero. Mañana quien sabe. Y ahí reside la respuesta, la respuesta a todas y cada una de mis preguntas. Las palabras que buscaba desesperadamente de unos labios ajenos, sin saber que tenía que buscar hacia otro lado, hacia dentro. Hacia dónde salen a gritos todos los motivos y problemas, ahí es dónde estan todas las soluciones y sólo yo lo sé, sólo lo sé porque quise saberlo. SIN MÁS.

No voy a decir nada más, no le daré más soluciones, hoy no me apetece, hoy quiero ser sincera y decir las cosas cómo son, cómo las siento y cómo las vivo. Hoy soy yo, la única que existe en todo este planeta.

sábado, 3 de julio de 2010

Cuando...


Una historia.

Viste por ahí a alguien pasar, alguien que no sabía lo que quería; pero no te diste cuenta. Cuando miras a tu alrededor no notas la presencia de los demás. Qué son para ti, sólo más gente, con más cosas qué hacer y nada que te interese. Ajenos a ti, a lo que eres y al porqué estas aquí. Cuando paseas por la calle, sin hacer nada, eres sólo tú. Lo que ven por fuera y nada más, lo que eres de lo pies a la cabeza, sin importar lo demás, pasando por alto tu mirada perdida, tus puños cerrados y tus sueños rotos, pasando por alto tus ojos alegres, tu sonrisa torcida y tus claros sentimientos. Cuando paseas por la calle, sin hacer nada, deseas saber más de lo que sabes, deseas descifrar todo lo que hay a tu alrededor. Miras a la gente, con detenimiento, intentando localizar su angustia o su felicidad, buscando su diferencia entre el resto. Queriendo mostrar la tuya. Y sigues adelante, sin darle un minuto más de importancia a lo que hiciste.

Cuando una historia te hace sentir que va más allá.