domingo, 8 de agosto de 2010

Tan solo...




Es... ésa sensación que inunda tus pensamientos y los empapa de ilusión. Ése despertar feliz sin sentido, el encontrar razones tiradas por la calle y saber que son reales. El olvidar dónde estas, volando metros por encima del suelo, el correr tras los sueños, atraparlos y hacerlos tuyos, el echar de menos y querer hacerlo, la sinceridad plena y la seguridad arrebatadora, los lugares estúpidos que ahora tienen mil caminos, esos segundos que parecen eternos al llegar a tu encuentro, el caminar sin saber adónde, el sentir con los ojos cerrados, el pintar nuestra realidad y hacerla especial, el cambiar las historias para hacerlas vívidas, el crear nuestras propias historias...

Cogí tu mano, sin dudar, sin hacerle hueco a la inseguridad, ahogandome de promesas que poco a poco se hacen sinceras. Tal vez, sabias palabras. Crucemos el puente que nos separa de la felicidad, hagamoslo sin pensar, o pensando. Me gustaría salir en busca de todo eso que queremos encontar, me gustaría encontrarlo y volverlo a perder, para volver una vez más.
Eres tú, y soy yo, y nosotros haremos lo que nos venga en gana, y eso será totalmente imprescindible. Eso será lo que decidirá lo que nos queda por vivir, lo que queremos. Y yo te quiero a ti, perdido en mi cielo, besando tus labios, guardandonos todo el amor en un abrazo eterno...

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