miércoles, 25 de agosto de 2010

Un te quiero me sabe a poco.


Perdida, inconsciente, loca, llámame como quieras. Pero yo, quiero cometer el mayor pecado conocido por el hombre, hacer lo que quiero y decir lo que pienso. Quiero recapacitar en voz alta, quiero abrazarte hasta perderme en el sonido del tiempo.
Un mundo. Repleto de promesas, de gente que busca, que sueña, que encuentra, que siente. Un mundo que tiene mil cosas que enseñarnos y otras tantas que nos hacen sufrir. Aferrarme a la realidad con corazón y fuerza, y me parece suficiente, más que suficiente. Eres tú. Eres lo que lo hace especial, lo que lo hace menos común, pero tan natural como el correr del agua montaña abajo. Y todo el tiempo que se me escape contigo, lo reutilizaré para volverte loco, para sacarte una de esas sonrisas que salen de casualidad. Historias, inventadas, sacadas de no sé qué lugar, de las que se guardan en los bolsillos para tener siempre a mano.
Cierra los ojos, siente cada uno de mis sueños clavados en las entrañas de mis pasos; soy así, tal y como tus ojos pueden comprobar, y esto es todo lo que tengo para darte.
"Arránqueme, señor, las ropas y las dudas. Desnúdeme; desdúdeme."

2 comentarios:

  1. Sin lugar a dudas uno de los mejores escritos que he leído, concreto, emocinal, y sincero, simplemente me encanta ^^ Por cierto le agradaria saber que he vuelto a reabrir mi anticuado blog :P

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  2. Sí ya lo he comprobado. Y gracias! :)
    Espero impaciente que sigas escribiendo ^^

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