lunes, 22 de noviembre de 2010

Yo me fui no sé hacia dónde, y allí te fui a encontrar.

Saben lo que quieren, estar ahí. Saben porqué, saben hacia dónde dirigirse. Y no hacen falta preguntas, ni dudas, todo se lo dijeron entre besos. Una noche, o un amanecer, y qué más dá si es entrelazados.

Me pararé miles de veces en el camino, sólo para acariciar un poco más tu cuello. Que me sobra el tiempo si vamos de la mano, que ahora el invierno es sólo una excusa para acercarme más a ti, aunque ya no nos hacen falta. Tus besos se colaron por la ventana de mi habitación, vinieron para quitarme el frío. Y mis sábanas entumecidas por tus caricias, se quedaron con tu olor.
Todo es poco para tus labios, todo se desliza lentamente entre tus brazos, y no me canso de ti, ni todo el tiempo del mundo es suficiente. No me queda más para decir entre líneas, nada que no diga cada vez que me sonríes. Y, ¿sabes qué? Podría decírtelo de mil formas, pero... entonces lo entenderías. ¡Qué miedo tan escurridizo!


-¿Y ésa, eh? Yo creo que es un dragón. ¿Ves? Las alas, la cola y ¡echa fuego por la boca!
-Un dragón.. ¿pero qué dices? ¡si es un caballo! Dame un abracito anda...

2 comentarios:

  1. me encanta... de hecho me encantan todos los textos de tu blog, una noche de estas de insomnio me dediqué a leerlos uno por uno. B O N I T O S.

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