Sencillo, así, como si ná.

Hoy me apetece besarte, besarte mucho, y... lo hago. Y es tan sencillo que , casi sin querer, se me escapa una sonrisa. ¿Cómo puede ser que aún no me lo crea, que no me acostumbre a ti, que me tiemblen los labios igual que el primer día? Cierro los ojos. Fuerte, muy fuerte. Y... estas ahí.

Tarde, llegué tarde.

Se ha roto el suelo bajo mis pies, y los edificios se desploman lentamente.
Y entre tanto amor desordenado, se confunden penas y un adiós.

Sentimientos paralelos.

Te diré que sí, que tienes razón al pensar que yo no te haré sentir así. Tienes razón al dudar de mí, hasta yo misma lo hago. Pero, te digo otra cosa, nadie te apreciará como yo, nunca. Te prometo, ante todo y todos, que lo intento, que lo intento constantemente, pero no llego a hacerte temblar, así como tú me haces sentir a mí. Y no quiero sentimientos de culpabilidad, porque no los merezco. Ahora ven, que yo no me cansaré de seguir intentandolo, aunque no consiga hacerte volar, el empujoncito no te faltará...

Un rinconcito para hablar de mí.

Paranoica por defecto. En desacuerdo con el resto de la humanidad. Y, ahora, todas las ideas forjadas a lo largo, más bien corto, trayecto de mi vida, las tiro por la borda. ¿Dónde quedó mi vergüenza, mis miedos y mis pensamientos de futuro? . Fuera, junto con mi lista de cosas que hacer. Mis experiencias hoy me dicen poco, cuando siempre me basé en ellas. Mis valores, acumulados por todas ésas personas que pasaron por mi vida, que dejaron un pequeño granito de arena en mi memoria, ahora no los tengo del todo claro.
No lo entiendo, no entiendo nada. Sin embargo, no dejo de luchar por encontrarle una maldita explicación a todo. No quiero preguntas, no quiero peros, no quiero miedos ni tabúes, quiero sentir, quiero ser yo misma, sea quien sea. Quiero averiguar quien soy, cómo perder las recriminaciones que se me deslizan entre las sábanas y todos los "y si.." que me repito constantemente. Impulsos, para mí totalmente incontrolables, son los que forman el camino que casi sin querer he ido haciendo, reprimir siempre ésas ganas de echar a correr, de olvidar el orgullo y esconderme tras la puerta.
Realmente, ¿de dónde aparecí?.

Ya lo sé jué.

                                      
                            Y ella, que sólo quería un poquito de amor...

Really?

¿Y, en qué punto exacto de una determinada cantidad de sentimientos podemos decir que es demasiado, eh, cuándo?

Que un día me encanta, y al otro no veo de qué sirve.

Por eso esperaba con la carita empapada que llegaras con rosas, mil rosas para mí, porque ya sabes que me encantan esas cosas, que no importa si es muy tonta, soy así.